El pasado 7 de enero, el líder nacional de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, Pedro Haces Barba, junto con las y los trabajadores que la conforman se dieron cita en las faldas de la zona serrana de Río Blanco, en Veracruz, para conmemorar la huelga que sentaría las bases del actual sindicalismo en México.
Rodeado de decenas de trabajadores afiliados a la CATEM, Haces Barba planteó que el sindicalismo actual cosecha los frutos de la "valiente lucha de los Mártires de Río Blanco, poniéndolos al servicio del desarrollo del país. Recordamos a aquellos que lucharon por nuestra libertad laboral", declaró el líder sindical.
En Orizaba Veracruz, el 7 de enero de 1907, unos dos mil obreros de la fábrica textil de Río Blanco se amotinaron afuera de las instalaciones de esa empresa para protestar contra la sentencia del gobierno dictatorial de Porfirio Díaz, que ordenaba el regreso al trabajo tras una suspensión de labores promovida por los empresarios, e instaba a los trabajadores a terminar con su huelga.
Las demandas del sector obrero eran por la mejora de las condiciones laborales, la obtención de un salario digno y la regulación del trabajo infantil, y el Círculo de Obreros Libres era su organización representante.
Todo había comenzado meses atrás, cuando se había prohibido a los trabajadores que formaran organizaciones o iniciaran cualquier revuelta o manifestación para defender sus derechos laborales, castigando con multas e inclusive prisión a quienes desobedecieran.
"Hoy esas luchas del pasado nos reivindican y nos fortalecen en el presente, somos resultado de aquellos que lucharon antes por la libertad y la democracia sindical, las mismas que se consolidaron con la reforma a la Ley Federal del Trabajo de 2019", declaró el líder Pedro Haces al respecto.
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